SINOPSIS DE CONTENIDO

El futuro Administrador de Desastres, en su función de gestor y líder, debe ser un estratega, un visionario predictivo que pueda observar y prevenir los posibles daños, amenazas, riesgos y desastres antes de que aparezcan; afianzando de esta manera una conducta investigativa, participativa, que se asiente sobre la estructura organizacional de cualquier institución disponible para ello y a través de un proyecto estratégico, mediante el cual  se le dé un principio y un fin a los procesos, a fin de que la realización de los objetivos de la Nación tengan sentido global, generando de esta manera un Plan Estratégico, con grandes líneas de acción para las organizaciones a las cuales pertenezcan estos individuos y los mismos los lleven a la práctica, estableciendo macroproyectos y manejando dentro de ellos procesos abiertos y participativos de gestión estratégica.